El desarrollo cognitivo de los 0 a los 3 años, según la escuela infantil de habla inglesa
Acaba de nacer y ya está cambiando. Pues, prepárate, ya que esto sólo acaba de empezar, pues los procesos por los que tu hijo pasará a partir de ahora son tan apasionantes como gigantescos. Siempre emociona ser testigo de todo lo que va pasando y ver cómo los pequeños van madurando. ¿Qué progresos estás a punto de comprobar? ¿Qué puedes esperar de tu hijo durante sus primeros 3 años de vida?
Los principales cambios en el desarrollo cognitivo en un niño de 0 a 3 años
El periodo sensoriomotor
Es prácticamente el primer momento en el que la niña o el niño se relacionan con su entorno más inmediato y lo hacen a través de los sentidos y de la acción. Más tarde, el bebé necesitará relacionarse con el mundo exterior y, poco a poco, irá dotando de mucha más voluntariedad a sus acciones para reclamar la interacción. Es vital que, después de determinadas acciones, siempre ocurriera lo mismo, es decir, crear situaciones cíclicas para facilitar el aprendizaje.
Cobra especial relevancia también el ensayo/error, por el que debemos dejar que los niños experimenten, por sí mismos, con los objetos. Existen en el mercado multitud de juguetes u objetos, que según la etapa de desarrollo y la actividad del pequeño, le ayudarán a estimular su pequeño cerebro sediento de aprendizaje. No obstante, recordemos que en esta etapa el niño aprende por imitación, por lo que no hay que obsesionarse con la compra de juguetes; la manipulación con objetos reales con los que el/la bebé nos observa en casa le van a apasionar, y siempre y cuando sea un objeto seguro, es muy recomendable dejarle experimentar con ello.
El desarrollo psicomotor
No hay ninguna otra etapa en toda la vida en la que ocurran tantas cosas en un lapso de tiempo tan corto como de los 0 hasta los 3 años. Siempre asombra comprobarlo en los niños a pesar de que acaba pasando muy rápido.
Es en esta etapa cuando la niña o el niño empiezan a aprender de modo progresivo. Primero, gateando y, luego, ya apoyándose con las dos piernas. Algunos padres pueden incluso asustarse cuando sus hijos, prácticamente mientras aprenden a gatear, se tienen ya en pie. Pero ha de asumirse que cada pequeño es un mundo y que cada uno tiene sus propios procesos.
A esto se le suma otra gran habilidad simultánea e independiente de esta primera: agarrar cosas con sus manos.
Otras habilidades que se desarrollan en esta fase son el aumento de la psicomotricidad fina (coger cosas haciendo pinza…), construir torres con objetos, empujar cosas y a personas, tirar objetos (auténtico deporte olímpico en esta edad) o empezar a comer solos. Pasados los 2 años, ya será normal verle pedalear, pintar y hacer garabatos, rayas e, incluso, círculos. ¡Cuántas cosas! ¿No crees? Pues hay muchas más sucediendo al mismo tiempo y en el mismo cuerpo. ¡Una auténtica locura!
¿Y la mente? Siempre es fascinante saber qué está ocurriendo en esas pequeñas mentes
Es obvio que algunos de los cambios más sustanciales tienen lugar en la mente del pequeño. Ya desde que nace, existen unos reflejos innatos, tales como succionar o agarrar, y vienen a ser respuestas a unos estímulos. A través de estos estímulos se irán desarrollando el conocimiento y la capacidad cognitiva. A través de los sentidos el bebé se relacionará con el mundo.
Esta etapa también es importante por la imitación. Los niños copian todo lo que ven y lo ejecutan. Será el paso previo para que finalmente aprendan a crear. Durante estos primeros años la figura del adulto es fundamental y por ello, es vital asegurarse de la calidad personal y profesional de aquellos que van a educar a nuestros hijos en las horas de guardería o escuela infantil, así como conocer qué metodología utilizan y contrastarla con otras, además de pedir referencias a otro papás.
Antes de los 3 años será cuando florezca el pensamiento simbólico, por el que las niñas y los niños ya pueden pensar en cosas que no están presentes; y también aparece el juego simbólico, por el que el niño jugará con la imaginación como principal batuta.
El desarrollo del lenguaje y su adquisición serán también partes activas en esta fase intelectual. El bebé pasará del balbuceo del primer mes a producir sonidos a los 6 meses o ya pronunciar sus primeras palabras a partir del año aproximadamente. A partir de ahí, la parte lingüística entrará en una fase más que no dejará de emocionarte.
Seguramente tendrás muchas dudas acerca de su futura escolarización; algo completamente normal, porque se trata de un paso importante. También puede ondear la duda sobre la conveniencia o no de sus primeros años en una guardería. Es, incluso posible que te estés planteando una escuela infantil de habla inglesa y quizás no tienes ni idea sobre si estás haciendo lo correcto. Has de saber que, siempre que haya un trabajo en el que se tengan en cuenta los diferentes procesos de aprendizaje cognitivos de cada niño y, sobre todo, siempre que la escuela infantil sea rica en recursos y proporcione un buen puñado de estímulos para el bebé (con el fin de dar extensión a todos estos procesos que hemos comentado hasta ahora), harás lo correcto. Y, finalmente, importantísimo, que todo, absolutamente todo, se haga con cariño.