Actividades

Que un niño de 2 años sea capaz de permanecer sentado en su sillita rellenando una ficha con números, letras o colores, no significa que sea la actividad que más le convenga para su edad.

Numerosos estudios demuestran que la naturaleza tiene un tiempo establecido para cada fase de desarrollo y que, por tanto, hay actividades prioritarias y absolutamente necesarias para el buen desarrollo del niño de 0 a 6 años.

Nuestra programación diaria ofrece a los niños un equilibrio entre actividades dirigidas (estructuradas) y actividades libres. Ponemos a disposición de los niños, diversos contextos que sirven para desarrollar diferentes habilidades, teniendo presente en todo momento que se adapten a los verdaderos intereses de nuestros alumnos, del grupo en sí y de cada niño en particular:

Las asambleas diarias: se forman en círculo y se conciben como punto de encuentro entre niños y educadoras. En ningún caso se les obliga a estar sentados o a participar. Dejamos que los niños se expresen, se miren entre sí, se comuniquen. Es un momento ideal para desarrollar habilidades sociales y cognitivas, sin embargo, los alumnos no permanecen estáticos mirando a la educadora y siguiendo su “clase magistral”; en RK la maestra no es una “mera transmisora de nociones”, ni los alumnos “soldaditos que siguen instrucciones“; educar es enseñar a pensar y para ello hay que dejar “hacer”, hay que implicarle verdaderamente en las actividades. El cerebro aprende haciendo y no “memorizando conceptos”.

La música es vital en nuestro proyecto educativo. La música es un potente activador de nuestro estado de ánimo; es un excelente recurso didáctico; es relajante.

Los niños no juegan para aprender sino que aprenden porque juegan, así de claro. Permitimos a los niños jugar todo lo que quieran porque es esencial en el desarrollo humano. El juego ayuda a conciliar la realidad con el mundo interno porque jugando, el niño se confronta a sí mismo y con los demás, identificando semejanzas y diferencias. El juego promueve la creatividad, el autocontrol y la resistencia.

Nada mejor que la vida misma para crear oportunidades de aprendizaje únicas y significativas. Contextualizamos diferentes situaciones de la vida diaria para que los niños puedan imitar lo que ven en casa o en su entorno próximo.  Master Chef, huerto, limpieza, higiene personal

Salir a espacios abiertos enseña a los niños las leyes más importantes de la vida. El vínculo con la naturaleza les ofrece, enormes posibilidades de desarrollo y aprendizaje.

«Mens sana in corpore sano”.  El movimiento y la actividad física permite a los niños desarrollar sus habilidades motrices. Además, ayuda a comer y descansar mejor.

La mano es el instrumento más importante del ser humano.  El trabajo con las manos es necesario en el desarrollo del niño porque a través de ellas pueden sentir el frío, el calor, las distintas texturas de un objeto. Los trabajos manuales favorecen la atención, nos enseña a cuidar los detalles y a conocer nuestros límites para seguir mejorando y aprendiendo.

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